29 ago 2015

Dices...

Dices que esto no es como de telenovela, que no necesitamos estar en un escenario al estilo Jane Austen, ¿entonces por qué tengo tantas ganas de plasmarnos aquí, caricaturizarnos, volvernos personajes de una historia? ¿Qué necesidad tan absurda es la mía por convertir lo que somos en un producto de largas horas frente a una computadora escribiendo?
Escribirnos, reescribirnos, perfeccionarnos, pensar si lo que estoy diciendo corresponde a ti, si corresponde a mí, pensar en qué demonios estaremos basando la trama, ¿qué tanto dista el acto de escribir con la vida real? ¿Con decidir besarte o escribir sobre tu piel la historia que jamás habré de contar? ©
—Paola E. Haiat

27 ago 2015

"Eligeme"

Elígeme pero no entre todos los hombres del mundo, elígeme si piensas que la vida no vale la pena, quiero curar tus malos recuerdos; preguntame a mí si algún día te pierdes, si dudas de cuánto vales, si no sabes a dónde ir.
Siempre voy a guardarte un abrazo, porque sí una noche no encuentras tu hogar y te acuerdas de mí, y me eliges yo te daré calor y te quitaré la lluvia; te pondré la...s estrellas de techo por mucho que brille el sol.
Ya no tienes que ser invencible, pues te he elegido para cuidarte, puedes rendirte y pedir ayuda, abandonarlo todo y empezar de cero; yo te estaré esperando siempre por más que sepa que no es hoy cuándo llegas.
Porque pude enamorarme de cualquier ser del planeta, pero yo te elegí a ti.
Te amo...
✥ Marco Antonio Sánchez Cocom

26 ago 2015

Pierdete...

Piérdete conmigo en los abismos de la noche
haz que no haya nada,
que se mueran los retoños del amor falso y vendido.
Piérdete maldita sea!
Ándate con el viento que atesora
los vientos más enérgicos,
los soplos más ladinos.
Andá vete ya!
Que yo me quedaré muriendo lento
que yo promoveré un fuego nuevo.
✦ Ana Dali‎ 

25 ago 2015

Secas, como yo...

Estaban secas, como vos, como tu alma. Yo las abracé contra mi pecho, y no sentí sus espinas pronunciadas, sus hirientes bocanadas... me desgarré las ropas al soltarlas, me desangré por quererlas y abrazarlas. 
Vos nunca me diste flores coloridas, 
tan solo estas rosas con espinas.
Flores secas, como vos... como el amor que me condena...
Ana Dali‎

16 ago 2015

Aquella noche...

Aquella noche, perseidas brillantes golpeaban contra el suelo y expiraban al instante, las miraba y sonreía en medio de lágrimas, era un espectáculo precioso. El cometa Swift-Tuttle hacía su recorrido por el cielo, tu ojos reflejaban su esplendor, ya no había miedo, ni melancolía, habían recuperado su brillo. Nuestras manos estaban entrelazadas y nuestros dedos formaban un infinito. En mí interior, pedía que nuestra historia no sea como las estrellas, que no caiga nuestro amor en la madrugada y que el cielo no se desgarre por nuestra culpa, pedía una eternidad a tu lado, mil lunas en tus brazos, danzando al compás de tus latidos.
Quién lo diría, dos personas rotas construían una nueva vida juntos, eran incapaces de ver solo por si mismos y siempre buscaban ayudar a los demás, abrían su corazón y cada vez que alguien se iba, dejaba todo destruido, siempre vacíos, incautos, cargaban en sus tobillos las cadenas del pasado, las sangre de las heridas sin sanar, desastre y locura, no era una buena combinación para los demás. Años intentando encajar en lo cotidiano, y en el momento menos pensado, todo empieza a cambiar, porque existe alguien que cuando lo ve caer, no se espanta de su lío,
admira sus ruinas y le hace resurgir,
alguien que le enseña donde están las llaves de sus cadenas y se atreve a descifrar la contraseña de su corazón,
que llega a querer en llamas,
insoportable,
cuando callas y cuando desesperas, en maldiciones, luchas y desequilibrio,
y lo es,
es caos.
Y esta bien, porque ya no hay máscara que cubra sus ojos rojos, ya no debe sonreír si no quiere hacerlo, ya no es por partes, hablan un mismo lenguaje, grandes mentes llenas de desorden se conectan,y ahí estaban, desafiando al destino, en medio de la noche,
era imposible vivir o quizás morir sin el otro, para su historia “vivir felices para siempre” no era suficiente,
ellos iban más allá de la corta vida,
se habían inmortalizado.
-Andrea Manuela ©

12 ago 2015

No te enamores…

“No te enamores de una persona curiosa. Querrá saber quién eres, de dónde vienes, cómo es tu familia. Mirará todas tus fotografías y leerá todos tus poemas. Vendrá a cenar y hablar con tu madre acerca de como su curiosidad le ha enseñado cosas muy útiles. Te pedirá que explotes cuando estés enojado y que llores cuando estas herido. Te preguntará que significa esa ceja levantada. Querrá saber tu comida favorita, tu color favorito, tu persona favorita. Te preguntará por qué. Va a comprar esa cámara que te gusto, prestara atención a esa banda que amas en caso de que haya un show cerca, te llevará ese suéter al que le sonreíste una vez. Aprenderá a cocinar tu comida favorita. Los curiosos no se conforman con el exterior, desean el interior. Ellos quieren lo que te hace pesado, lo que te hace sentir incomodo, lo que te hace gritar de alegría, de ira y de angustia. Su piel se convertirá en páginas en las que aprenderás a derramar tu ser. No te enamores de una persona curiosa. No dejará un suspiro sin explicación. Querrá saber exactamente, que hizo para que lo amaras. Año, mese, día, semana ¿A qué hora fue? ¿Qué dije? ¿Qué hice? ¿Cómo te sentiste?”
No te enamores de una persona curiosa, porque he estado allí. Desabrochará tu camisa y leerá cada cicatriz, cada marca, cada curva. Explotará casa una de tus extremidades, cada órgano, cada pensamiento, cada ser.
-Fragmento. Autor desconocido.

11 ago 2015

Quizas…

Quizás el amor de mi vida está preso en una relación sin pasión ni confianza, contando los días a semejanza de un preso y descartando alegrías como si se trataran de pañuelos de papel para el resfrío más intenso.Tal vez todavía no se de una vuelta por mi casa, por mi trabajo, por mi barrio o cama, porque está encadenado a la costumbre, y el miedo a lo desconocido lo paraliza.
Puede que sus relaciones sexuales carezcan de los besos, las caricias y los jadeos que pudiera brindarle, junto con mi mirada café, que es un abismo insondable de amor, cuando estoy entregada al romance.
Quizás el amor de mi vida está soltero, probando mujeres como yo me pruebo sombreros frente al espejo, aunque nunca los termine comprando. Tal vez está indeciso entre la rubia y la morena, o quién sabe, tal vez todavía sea virgen y su timidez o fuerza de voluntad para mantenerse casto sea extrema.
Me pregunto sinceramente, si el amor de mi vida podrá calcular la fecha ideal, para llegar hasta mí, antes de que me muera o considere la idea de suicidarme…

10 ago 2015

Quiero un hombre...

Quiero un hombre que no me fuerce a tener sexo, ni me haga sentir mal porque no siempre estaré de humor para complacerlo. Quiero un tipo medianamente bueno y centrado, que no sea un psicópata que si le digo que no un par de veces salga de cacería a meterme los cuernos. Quiero un hombre de confianza, que no me genere sospechas ni miedos a la hora de experimentar sexo oral, exponiendo mi boca y mi salud a cualquier riesgo.
Quiero un tipo sincero, que realmente sepa amar, respetar y ser comprensivo, díganme la verdad: ¿es muy loco lo que pido?...

Olivia Ismael

8 ago 2015

Si alguna vez...

Si alguna vez dije que te quería, lamento tanto haberte confundido. Si alguna vez creí que sentías lo mismo, te agradezco por haberme herido demasiado.
Creo, ahora, que esperar en alguien que jamás llegará es una sana ilusión para creer alguna vez en el amor.

7 ago 2015

Merecemos un amor...

"Todos nos merecemos un amor que nos regale primaveras y no solo inviernos. Que nos obsequie de vez en cuando un beso en la frente y nos tome de la mano sin ninguna vergüenza. Todos merecemos un amor real y no de aquellos que solo quedan en fantasía. En realidad, todos nos merecemos que nos amen de la misma forma en que nosotros también amamos."

— Jorge Muñoz

3 ago 2015

Me duele amarte.

Me duele amarte.

"No puedo vivir alimentándome de las migajas de amor que dejas para mí, lo que les sobra a las otras personas literal; no puedo seguir, al menos no sabiendo que ante otros brazos si caes con total facilidad, y que te ensucias por más que yo trate de limpiarte una, otra y otra vez más, por favor, no me obligues a vivir con lo poco que me das mientras lejos de mí derrochas el agua de tu manantial entre la basura, aún sabiendo que me muero de sed en ti, y que para mí sólo hay unas tristes gotas; moriré de sed o llegará alguien quien traerá un mar entero a la puerta de mi casa, y de seguro que en uno de mis raros momentos de amor por mi mismo y por vos, le diré que no, y múltiples veces le rechazaré, pero entonces insistirá y siento que ante esto, yo caeré, y es triste, por caeré por presión y no por amor, porque yo sólo te quiero a vos; esta es la historia que me tocó, cuanto me gustaría tener alguien quien me entregase su alma, su cuerpo, sus sueños y todo su amor, para amarle como nunca a nadie he amado, para regalarle mi tiempo, mis conocimientos, mis letras, mis prosas y mis versos, para demostrarle que hasta en lo más mínimo, somos uno, ya no somos dos, somos ritmo, somos exigencia, somos disciplina, somos crecimiento; Quizá me queda grande entenderte mi amor, o quizá represento tan poco que esas personas vacías pisan más fuerte que yo, en fin, ando con el amor descalzo y las alas cansadas, como siempre mi amor, luchando por no poder reprogramar las cosas que duelen en mi testarudo corazón"

-Ángel Amador.

2 ago 2015

Aquella tarde...

«Aquella tarde no sería como cualquier otra. Aquella tarde te irías para siempre. No volvería a verte jamás. El cielo estaba nublado, reflejando la tristeza que nos albergaba, tantos días nos tuvo envidia, y finalmente cuando te vio partir también decidió llorar. Incluso el aire olía a tristeza.
Yo me aferraba a tus brazos como si mi vida dependiera de ello, tu me abrazabas fuertemente, mientras me susurrabas cuanto te dolía tener que hacerlo. Pero era tu deber, el honor de todo hombre ante la guerra, salvar y servir a su país. Aun cuando en el proceso las bajas fueran dos corazones rotos.
El tren comenzó a oírse, tomaste mi mano. Yo sabía que sería la última vez que lo harías, nunca antes el contacto piel con piel con una persona había dolido tanto. Me miraste a los ojos como si fuera el último recuerdo que esperabas atesorar, logrando como tantas veces descifrar mi alma a través de mi mirar.
Me diste un beso en la frente, suave y cálido y un último en los labios. Lento, de esos que esperas que duren toda la vida. Uno para el viaje; otro para el resto de nuestros días.
Jamás pensé que tal despedida sería permanente, que no volvería a verte sonreír jamás, que no estaríamos juntos al menos en esta vida.
Han pasado más de sesenta años, y te confieso cariño que aun guardo aquel beso conmigo, sé que pronto estaré contigo y esta vez nadie nos separara.»
—Melanie C. Sánchez©

1 ago 2015

Costumbre no amor...

Vamos a ser justos con lo que sentimos, deténgamonos ahora. No hace falta seguir diciendo cosas que no sentimos y sintiendo cosas que no decimos. A veces el final no está dado en sentencias, sino en derrotas que sólo nosotros sentimos. Tenemos miedo de aceptar que somos dos cobardes tomándose la mano porque tienen miedo de estar solos, con la mano helada, con el corazón solitario.
Pero tener compañía no es lo mismo que amar. Compartir la vida con alguien no es lo mismo si no te fundes con la otra persona para compartir la misma vida.
No es fácil aceptar que la costumbre a veces gana. Pero peor aún es aceptarte que desde el principio no era amor, pero querías que se sintiera así. ©
—Paola E. Haiat

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Me siento extraña...

Me siento extraña sabes siento como si algo de mi que es muy importante ha desaparecido y no lo encuentro y me hace falta, tú te vas y y...

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