“Y
resumiendo, te quiero. Te quiero para envejecer contigo o lo que es
mejor aún, para complicarnos la vida y salvarnos cuando creamos que no
podemos más. Te quiero no solo en tus días de primavera, sino también en
tus otoños e inviernos llenos de tormenta. Te quiero, para sujetarte de
la mano y vayamos a conquistar el mundo. Te quiero, con o sin poesía,
con o sin versos, pero jamás sin besos. Te quiero, hasta que la luna se
ponga celosa de quererte tanto, hasta que el sol entre por la ventana y
poder darte los buenos días a besos. En definitiva, no solo te quiero… A
usted, la amo con toda el alma.”
— A la chica de mis sueños, Jorge Muñoz