Eres tan predecible que sé que intentarás olvidarme con putas
baratas, conversaciones superficiales y alcohol de baja calidad. Te
pondrás tu pijama, te dejarás de bañar y comenzarás a descuidar tu
apariencia, empezando por la barba que te crecerá de manera brutal en
pocos días. Dirás que estás bien, que fui un personaje pasajero en tu
vida, y cuando nadie te vea, te permitirás llorar por cada beso que te
di y cada abrazo que alegremente te obsequiaba y recibías durante la relación, sin sospechar la falta que te harían un día.
Eres tan idiota que públicamente me maldecirás y en secreto rogarás por
mi bienestar, deseando que te dirija nuevamente la palabra. Eres tan
inmaduro que me buscarás para seguir manteniendo relaciones sexuales,
cuando lo único que me importa de ti es saber que fuiste parte de mi
vida, un recuerdo, un capítulo conflictivo y superado de mi pasado...
Eres tan predecible, que llorarás al escuchar nuestra canción mientras
pagas por un sexo mediocre que te vacíe el cuerpo pero no el corazón.
Patricia Medina