En
mis años de vida no encontré una emoción comparable a esto que estoy
sintiendo, la sangre se me alborota, el corazón se me estruja, las
palabras se me alocan y las manos me tiemblan de la bronca de no tenerte
conmigo, me gustas y me excitas demasiado, cada milímetro de mi persona
te añora, te llama, te espera llena de ansias, y no consigo distraer mi
atención de eso porque me atormentas igual que un mosquito ruidoso en mitad de la noche mientras intento conciliar el sueño.
Me gustan tus caderas, tus labios entreabiertos, tus senos redondeados que se asoman como el sol por el horizonte en los escotes, me encanta tu mirada que en ocasiones parece un abismo de ternura y en otras se asemeja al infierno con sus llamas, sus gritos y maldiciones. Me atraes, me fascinas y ninguna otra mujer logra que te apartes de mis pensamientos, aunque exclamen mi nombre llenas de satisfacción mientras las penetro descontroladamente, con la furia y frustración de que no seas tú.
Me gustas, me alteras, me enloqueces y me tienes esclavo de un sentimiento que no creí volver a experimentar con esta intensidad, por los daños recibidos y concedidos... Mujer que no te dejas poseer ni amar, respiro, vivo y estoy aquí con el firme propósito de conquistarte, porque mi corazón enamorado no puede soportar la idea de que nunca lo correspondas como desea.
Me gustan tus caderas, tus labios entreabiertos, tus senos redondeados que se asoman como el sol por el horizonte en los escotes, me encanta tu mirada que en ocasiones parece un abismo de ternura y en otras se asemeja al infierno con sus llamas, sus gritos y maldiciones. Me atraes, me fascinas y ninguna otra mujer logra que te apartes de mis pensamientos, aunque exclamen mi nombre llenas de satisfacción mientras las penetro descontroladamente, con la furia y frustración de que no seas tú.
Me gustas, me alteras, me enloqueces y me tienes esclavo de un sentimiento que no creí volver a experimentar con esta intensidad, por los daños recibidos y concedidos... Mujer que no te dejas poseer ni amar, respiro, vivo y estoy aquí con el firme propósito de conquistarte, porque mi corazón enamorado no puede soportar la idea de que nunca lo correspondas como desea.
Sebastian Figueroa