Eres ese momento que rememoro al estar entre las cobijas en medio de la noche, cuando mi mente se arrulla entre las palabras que dijiste en mi oído y que aún parece que escucho.
Eres silencios que se convirtieron en besos y palabras que se convirtieron en pláticas épicas. Sonrisas y chocolates. Libros y chicles de menta. Sarcasmo y un toque de ironía. Crítica literaria y un poco de poesía.
Y cuand...o te dije que estaba feliz porque todo lo que habíamos vivido ya nadie podría arrebatárnoslo hablaba en serio. Y cuando te abracé y te dije que me quedaría así para siempre lo sentía en serio.
Y que estoy escribiendo para ti y no para nadie más, aunque tú no leas esta página. Y que estoy tan feliz que me he preguntado dónde esconder esta felicidad para no ir por las calles repartiendo explicaciones.
Porque esto que hemos construido no merece ninguna explicación. ©
Eres silencios que se convirtieron en besos y palabras que se convirtieron en pláticas épicas. Sonrisas y chocolates. Libros y chicles de menta. Sarcasmo y un toque de ironía. Crítica literaria y un poco de poesía.
Y cuand...o te dije que estaba feliz porque todo lo que habíamos vivido ya nadie podría arrebatárnoslo hablaba en serio. Y cuando te abracé y te dije que me quedaría así para siempre lo sentía en serio.
Y que estoy escribiendo para ti y no para nadie más, aunque tú no leas esta página. Y que estoy tan feliz que me he preguntado dónde esconder esta felicidad para no ir por las calles repartiendo explicaciones.
Porque esto que hemos construido no merece ninguna explicación. ©
—Paola E. Haiat