Lo hice añicos, lo reduje a polvo y semen,
apreté mis labios contra los suyos y provoqué que su corazón estallara.
Fui tierna y agresiva, sumisa y rebelde,
extraje de él todos los placeres y le ofrecí mi cuerpo como morada.
Lo destruí y gocé con su sufrimiento,
lo saqué de la nada, lo volví una persona feliz y cuando me traicionó
lo atravesé con mi lengua, como si fuera una espada.
Conseguí que derramara lágrimas y que me implorara,
me pidió perdón y rogó clemencia entre sollozos,
me volví su obsesión y su decadencia,
el fuego de mi pasión se convirtió en su infierno.
Dejé de verlo y de llamarlo, no regresé jamás a sus brazos.
Lo destruí con la ausencia de mi amor,
se volvió un cuerpo sin alma y una vida carente de sentido.
Lo dejé navegando a la deriva, confundido, triste y nervioso...
Ya nunca más supo obtener mi perdón y mi cariño.
apreté mis labios contra los suyos y provoqué que su corazón estallara.
Fui tierna y agresiva, sumisa y rebelde,
extraje de él todos los placeres y le ofrecí mi cuerpo como morada.
Lo destruí y gocé con su sufrimiento,
lo saqué de la nada, lo volví una persona feliz y cuando me traicionó
lo atravesé con mi lengua, como si fuera una espada.
Conseguí que derramara lágrimas y que me implorara,
me pidió perdón y rogó clemencia entre sollozos,
me volví su obsesión y su decadencia,
el fuego de mi pasión se convirtió en su infierno.
Dejé de verlo y de llamarlo, no regresé jamás a sus brazos.
Lo destruí con la ausencia de mi amor,
se volvió un cuerpo sin alma y una vida carente de sentido.
Lo dejé navegando a la deriva, confundido, triste y nervioso...
Ya nunca más supo obtener mi perdón y mi cariño.
✎ Olivia Ismael