También sostuve alguna vez a alguien que no quería perder por más tiempo del necesario.
Pero aprendí que las personas a veces son como las aves: se ven mejor en vuelo que entre tus manos. Se ven mejor mientras son libres y pueden extender sus alas, aunque decidan volar lejos de ti, que atrapados entre tus dedos, aunque su textura sea tan suave, aunque te guste su presencia.No sé, parece que a veces entre más quieres que alguien se quede más aprendes el arte de destruirlo.©
—Paola E. Haiat